El proyecto consiste en la rehabilitación y ampliación de un edificio existente en el centro de Bilbao para albergar un hotel. El edificio en cuestión consta de 6 plantas y fue destinado originariamente a uso escolar, con residencia en su última planta.
El nuevo programa contempla un total de 91 habitaciones, con los espacios comunes propios del programa hotelero desarrollados en planta baja.
La convivencia del ritmo estructural existente con la modulación establecida para las habitaciones restringe en gran medida la posición y tamaño de los huecos en la fachada, que reaccionan de manera más aleatoria cuando estos se liberan de dichas restricciones en el ángulo sur de la fachada, para ofrecer una imagen más dinámica hacia la plaza. Las carpinterías exteriores son dispuestas a haces exteriores, para enfatizar el carácter laminar de la nueva fachada.
En el interior, una escalera de doble dirección une las distintas plantas, en las cuales se ordenan las nuevas habitaciones jugando con la estructura y perímetro existente.